A. Internacional

ASAMBLEA
 INTERNACIONAL EN  CHATILLÓN MARZO 2017

Nuestra Delegada Regional, Silvia Moya, junto con otras Delegadas ha participado en la Asamblea Internacional de Caridad en Chatillon, Celebrando los 400 años del Carisma Vicenciano. Deseamos que todas las Delegaciones se hayan impregnado del espíritu Vicenciano, para poder seguir trabajando en beneficio de las personas que se encuentran en situación de pobreza, junto con los grupos AIC de cada lugar.

Silvia Moya, Presidenta Regional Delegación Barcelona, nos da su testimonio:


Cuando me pidieron desde la Nacional que hoy compartiera con toda la Asamblea mi experiencia personal en Chantillón pensé, ¡qué difícil!!!

Qué difícil porque no me veo capaz de poder trasmitiros mi vivencia y de qué pudierais entender qué supuso realmente para mi participar en la Asamblea Internacional.

Ha sido un punto de inflexión como miembro de la AIC. Llevo relativamente poco en la asociación, esta fue mi primera asamblea internacional. He crecido rodeada de miembros de la familia vicenciana, en la escuela con las hijas de la caridad, en JMV, a nivel profesional con los padres paúles y ahora de mis compañeras de la AIC. Siempre he pensado que tenía un marcado sentimiento vicenciano. Pero después de participar en la Asamblea me he dado cuenta de que mi  espiritualidad vicenciana y mi sentido de pertenencia a la familia vicenciana es más profundo y más fuerte.

Hasta que estuve en Chatillón, en la Asamblea, no me dí cuenta de la verdadera dimensión de nuestra Asociación. Para mí ver, escuchar, conocer a otros miembros de tantos y tan diversos países, hizo que fuera consciente de la importancia de nuestro trabajo como voluntarias, de la grandeza de la AIC, del legado que San Vicente de Paúl nos dejó y de cómo está presente en todo el mundo.  Me quedé con ganas de saber más, de conocer todos los proyectos que se llevan a cabo en tantos y tantos países…comprendí que pese a las diferencias culturales que existían entre países tan diferentes como Vietnam o Brasil había una cosa que nos unía, un denominador común y un objetivo común. Trabajar por y para el pobre desde una mirada vicenciana, tal y cómo nos enseñaron San Vicente y Santa Luisa, desde el amor.

Quiero dejar claro que no es que no supiera esto antes de participar en la Asamblea, pero, allí fui consciente de la magnitud de nuestra Asociación, de lo que podemos llegar a ser capaces de realizar, de la fuerza que nos mueve que no es otra que nuestra Fe.

Para mí fue una experiencia nueva, única y reveladora, llena de momentos inolvidables como la entrega en la Iglesia de San Andrés del nuevo documento base, la presencia del corazón de San Vicente o la maravillosa lección que nos dieron todos los voluntarios y vecinos de Chantillón, acogiéndonos en sus casas y compartiéndolo todo con nosotros y colaborando para que la Asamblea fuera todo un éxito.

Siempre he dado gracias a Dios por concederme el don del carisma vicenciano. Me siento afortunada por ello.  Por concederme esta vocación vicenciana que me incita, me empuja a vivir mi vida con un marcado sentido de servicio hacia los demás, hacia los más pobres. 

Y agradezco en el alma esta oportunidad que se me brindó de participar en la Asamblea, porque volví sintiéndome más afortunada y con más fuerza y con ganas de seguir trabajando desde la Asociación en esta misión compartida que Dios, San Vicente y Santa Luisa nos legaron, y orgullosa de pertenecer a esta Familia Vicenciana.

Gracias, gracias a mi Delegación de Barcelona por apoyarme, por creer en mí y por darme esta oportunidad.

Silvia Moya Caro
Delegada Regional AIC Barcelona

Eucaristía en la Iglesia de San Andres, con el Sr. Obispo de Lyon, y el Corazón de San vicente.

Regreso a España de las delegadas regionales de AIC!!!!

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